
Fuera de juego
Grafica digital de Mauricio Audirac
El futbol ha sido un mecanismo para consolidar el nacionalismo como doctrina política y el estatus de las naciones en términos irracionales.
El futbol es integrador de identidades, cumple en la consolidación y el origen de múltiples personalidades que van en diferente escalas: el barrio, el estado, el país.
El futbol es también un espacio para las manifestaciones de las emociones colectivas. En sociedades conservadoras el futbol se presenta como un vía de expresión de sentimientos. Cada país vive de manera diferente el futbol de acuerdo en su tradición histórica, situación económica e idiosincrasia.
Es un espacio cultural, es un reproductor de ámbitos sociales. Es idolología y símbolo de los conflictos clasistas en la sociedad actual. El futbol es un negocio generador de una superestructura de poder.
El futbol es, desafortunadamente, un generador de violencia y de intolerancia.
El futbol es, a final de cuentas, también un rito.
MA
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"Layer"
Maria Jose Portal
Lacan lo dijo claramente, nos construimos atreves de las imágenes recibimos de la otredad. Eso nos lleva a pensar que afirmación modernista, donde se nos hace creer al hombre como un ser individual y autónomo, a dejado de tener sentido. Nos ha de ser imposible pues entendernos como individuos, más bien partes formadoras de una totalidad es decir como un elemento más del cumulun social.
A esta problemática engañosa simplemente “Layers” se detiene a revisar, con el fin de hacer al mundo del arte rendir cuentas por su monstruosa creación, la Estética.
“Layers” pretende ser diferencia el mito contemporáneo de la estética la cual forma cada vez parte de nuestro yo. Problemática que es necesario reformularse en una época donde el aura del “fashion Show” nos ha rebasado, arrastrándonos cada día con mayor frecuencia al quirófano. Y ves Michaud no se equivoca, hoy todo es bello, la estética ha escapado de la jaula del arte en forma de gas, invadiéndolo todo y reproduciéndose a sí misma hasta el infinito.
Disfruten pues esta bella exposición, pero recuerden tener cuidado, pues la belleza puede ser peligrosa.
José Miguel Díaz Fernández