PRIMAVERA 2011


Aquí vive México
      La ingobernabilidad, la falta de democracia, el autoritarismo, la corrupción, la impunidad, el mal manejo y manipulación de los medios de información, la penetración ideológica y económica de Estados Unidos, la pobreza  y la baja educación en el país,  todo ello provocó que los grupos de control económico y político en el país rompieran un pacto que los había logrado contener y negociar durante años.
      Aquí vive México induce a replantear una reflexión  sobre  el actual desorden social que vivimos en  nuestra nación y los altos niveles de violencia en los que estamos  involucrados e inmersos.
      Durante el año pasado, México ingresó al grupo de los seis países más violentos del mundo cuando se reportaron más de diez mil ejecuciones en el país. De acuerdo con el Barómetro de Conflictos 2010, realizado por la Universidad de Heidel­berg, en Alemania, nuestro país tiene niveles de inseguridad similares a los de Somalia, Sudán, Irak, Afganistán y Pakistán. En una escala que va de 1 a 5, México fue calificado con 5, que equivale a “guerra”.
      Esto significa, según el análisis, que México vive “un conflicto en el que la fuerza violenta se usa de manera organizada y sistemática, en el que las partes involucradas emprenden medidas amplias y en el que la destrucción es masiva y de larga duración”.
      Este conflicto del estado y de otros grupos por  el predominio de poder  nos ha llevado como mexicanos a una degradante carencia de dignidad y de identidad nacional. Esto contempla el hecho de que vivimos una realidad de la cual no queremos ser parte y la dejamos de lado por miedo, por indiferencia o por ignorancia. La botamos y la desechamos del modo en que podemos.
      Aquí vive México propone involucrarse a esta realidad que nos está sobrepasando, pues no falta evidencia de la necesidad de este país de personas comprometidas en su actuar diario. La instalación plantea una denuncia de todas  las muertes durante el año 2010 que nos reclaman su presencia alzándose aquí entre los vivos. Invito al espectador a quien quiera,  desenredar y tomar una cruz como parte de un compromiso por su acción social; “se deja en reflexión el peso de llevarla”.

Estefanía Barrera C.




Mahatma Gandhi: “Más que los actos de los malos, me horroriza la indiferencia de los buenos”